¿Nunca os ha pasado que una persona os inspira?
Lo increíble es cuando esa persona es tu jefa, la que te da esa fuerza que te falta cuando las cosas las ves decaídas, y empiezas a perder la esperanza y los ánimos.
A mí me ha pasado y no cambiaría por nada del mundo ese sentimiento de superación que te transmite en cada reunión que hace.
Quizás sean sus palabras de ánimo, la ilusión que tiene en nosotras, en el equipo, la emoción que se ve en sus ojos, el sentimiento que pone en su trabajo... o quizás sea otra cosa.
No lo sé pero sea lo que sea, merece la pena acudir a las reuniones y ver a las compañeras, reunirnos para hablar de cómo va la campaña y escuchar, sobre todo a la jefa.
Muchas veces te imaginas siendo ella y empiezas a pensar en las miles de formas que tienes de llegar tan alto como ella y te das cuenta de que eso es precisamente, esos pensamientos, los que te impulsan a mejorar y seguir adelante con lo bueno y con lo malo.
Te sientes inspirada y no creo que eso suceda en muchos otros trabajos... ¿podríamos contarlos con los dedos de una mano? Seguro que sí.
No sé si alguna vez llegaréis a saber a qué clase de sentimiento me refiero pero os invito a que algún día lo probéis y me digáis si realmente os ha merecido la pena.
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